25 de febrero de 2010

La Calle de "Nuestra Señora de Gracia" por la imagen que fue dada a los agustinos.


Los religiosos agustinos edificaron su iglesia (de San Agustín) y convento a mediados del siglo XIII en el lugar que aún hoy ocupa su iglesia, su jardincillo anexo y terrenos colindantes en la calle que se llamaba “Pobla den Mercer” o de “mosén Pere Mercer”. Estos terrenos se hallaban extramuros de la muralla árabe por el portal de la Boatella y ,cuando quedó intramuros con la construcción de la muralla cristiana, se abrió una senda que comunicaba estos predios monacales con la zona del mercado. Se cuenta que dos de aquellos religiosos se dirigían hacia el centro de la ciudad para encargar a algún artista una imagen de la Virgen. Saliéndoles al paso un peregrino les hizo entrega de una pintura de una Virgen con el Niño que ,como era dada "de gracia" ,tomó el nombre de Nuestra Señora de Gracia. Esta imagen adquirió gran devoción y, a pesar de la destrucción de su capilla por la desamortización de 1835 ,la imagen se conservó cerrada hasta 1836 en que se volvió a abrir al culto en templo de San Agustín. Durante la Guerra Civil fue guardada en el Ayuntamiento de Valencia. Este es el motivo por el cual el rótulo “de San Agustín” cambió por el “de Nuestra Señora de Gracia”.

24 de febrero de 2010

La "Plaza del Negrito" , en recuerdo de la figura que coronaba su fuente.


La muy típica “Plaza del Negrito” ostentó durante mucho tiempo el nombre de “Plaza de Calatrava” ya que el Rey Jaime I hizo donación de este lugar a esta orden de caballeros para edificar su convento e iglesia. Esta iglesia , que se dedicó a Santa María de Calatrava , era de carácter sobrio y austero y su fachada recaía a esta plaza . Además en esta plaza hubo en tiempos antiguos un altar que invocaba a Nuestra Señora contra la Peste realizado por el pintor valenciano Jacinto Jerónimo de Espinosa y que recordaba que esta plaza se había librado de la terrible epidemia de peste que afectó a la ciudad en el año 1647.
Uno de los acontecimientos más importantes surgidos en esta plaza fue el de la llegada del agua potable en Noviembre del año 1850 pues esta plaza se eligió para instalar una fuente pública cuya agua manó de cuatro caños laterales y del surtidor del centro ante el alboroto general. Esta fuente tenía en su centro un pedestal sobre el que se colocó una figura infantil desnuda que se había realizado en hierro fundido y que por su color la gente llamó “el negrito”. Esta figura, que desapareció durante el periodo de la Guerra Civil, fue replicada por otra idéntica que es la que conocemos actualmente. Existe en esta plaza una importante obra social como es la de las Hermandades del Trabajo de estilo ecléctico de finales del S.XIX. Además también recibió entre otros nombres en el “Catalans”, por haber adquirido Pedro Guillem Catalán los bienes que eran de la Orden de Calatrava y del “empecinado” entre los años 1840 y 1844 recordando al jefe guerrillero español de la Guerra de la Independencia contra los soldados de Napoleón. Cuando los franceses hicieron prisionera a su madre este respondió haciendo prisioneros a cien franceses a los que amenazó de muerte si su madre sufría algún daño. Cuando finalmente fue apresado ,se le sacaba a la vergüenza pública en los días de mercado encerrado en una jaula. Finalmente en Septiembre de 1940 el Ayuntamiento acordó que no coincidieran el nombre de calles y plazas y la rotuló finalmente como “la del negrito”.

23 de febrero de 2010

La "Calle de la Mare Vella" denominación de la vieja acequia madre de la morería.


La “Calle Mare Vella” es una de las calles típicas del “Cuarter del Carmen” que desemboca en la “plazoleta de Beneyto y Coll” desde la “Calle Caballeros”. En la antigüedad existió aquí un amplio espacio dedicado a escuelas del Monasterio de la Valldigna y es por eso por lo que se llamó en tiempos “calle Escoles de Valldigna” y “calle Frares de Valldigna”. También llegó a llamarse “calle maravilla” aunque no consta la motivación de esta. Pero ciñéndonos al nombre actual es probable que provenga de lo que se llama una “cequia mare” ya que a mediados del siglo XI discurría en esta zona el colector subterráneo que servia de foso a la muralla árabe. Además también se llamó “calle dels Lladres” por una corrupción popular de la “calle del Ladrón” en honor a esta familia de noble alcurnia y que el pueblo de forma irónica corrompió.

22 de febrero de 2010

La plaza de "Beneyto y Coll" , benefactor de la "Junta de las Escuelas de Artesanos".


Esta plaza fue primero llamada de “En Borrás” y también “del Forn Cremat” por un fuerte incendio que sufrió el horno de pan que allí había. Pero ya en el año 1888 la Junta de las Escuelas de Artesanos solicitan al Ayuntamiento de Valencia que se homenajee a su gran bienhechor Beneyto y Coll dedicándole una plaza y que sea aquella en la que tuvo su vivienda. Este filántropo era un amante de la instrucción popular y legó toda su fortuna a la Junta mencionada. Esto se aprobó en marzo de 1889 y se realizó una gran fiesta en la plaza en el que estuvo representada la ciudad por medio de Navarro Reverter y el cronista Félix Pizcueta que descubrió una lápida y pronunció un discurso. Otro personaje popular vinculado con esta plaza fue el maestro músico Manuel Penella en cuya casa natalicia tiene una placa que se le dedicó en el año 1952.

19 de febrero de 2010

La "Calle Garcilaso" , literato toledano Caballero de la antigua Orden de Santiago.


La “Calle Garcilaso” discurre desde la “Calle Roteros” hasta la “Calle Blanquerías”, siendo una callejuela muy estrecha. De entre los muchos rótulos que tuvo esta calle vamos a citar el de “En Celma”, “San Francisco”, “Feo” y “San Cristóbal de la Blanquería” pero en el año 1877 se impuso la del literato y valeroso guerrero toledano Garcilaso de la Vega. Nacido al principio del siglo XVI, se educó en la corte de los Reyes Católicos y aprendió griego , latín , francés e italiano , siendo muy diestro en el arte de la esgrima y la música , y asistiendo en Bolonia a la coronación del emperador Carlos V. Fue herido en el asalto a la fortaleza de Muy para morir al poco tiempo. Su obra se compone de tres églogas, dos elegías dedicadas a Boscán y al Duque de Alba, una epístola dedicada a Boscán, cinco canciones, treinta y ocho sonetos y tres odas en latín.

18 de febrero de 2010

La "Calle del Peso de la Harina" , lugar para el pesaje antes de sacarla de la ciudad.


Como su nombre nos permite intuir, la “Calle del Peso de la Harina” su rotuló así porque en ella estaba la casa en que se encargaban de pesar la harina ya que se penaba sacar harina de la ciudad sin haberla pesado antes en lugar público. La construcción de esta casa comenzó en el año 1517 y el rótulo remonta su antigüedad al año 1380. Como aquella primitiva casa quedó pequeña con el tiempo se adquirieron unas casas que estaban contiguas y así en el año 1594 la calle pasó al llamarse “del peso nuevo de la harina” para volver a principios de 1700 a su nombre original. Es posible que en tiempos también se llamase “Calle de la Piedad” porque allí hubo un altar consagrado a esa Virgen. Es la vía que arranca desde la “Plaza Cors de la Mare de Deu” hasta la “Calle Salvador”.

17 de febrero de 2010

La "Calle Corredores" o de los voceros que gritaban el precio en las subastas.


La “Calle Corredores” es un antiguo azucat o calle sin salida que también los franceses designan como “cul de sac” y que tiene su entrada por la “Calle Santo Tomás”. Se le dio este nombre porque en su mitad existió la Casa-Cofradía de los Corredores de Cuello a los que se denomina comúnmente “Corredors de Coll” cuya actividad consistía en publicar en voz alta el precio que los licitadores ofrecían por las cosas que se subastaban en pública almoneda. Existía otro gremio de corredores que era el vulgarmente llamado “de orella” y cuya misión era la de encontrar comprador o vendedor y ese es el motivo por el que hubo otra calle con el rótulo de “corredores” y que hoy estaría al principio de la “Calle Moratín”. Este azucat tuvo tanto protagonismo en otros tiempos que el “Consell de la Ciutat” , actual Ayuntamiento, le cedió en el año 1662 un trozo de terreno que hay delante de la Lonja con la obligación de conservarlo bien empedrado cada tres años.

16 de febrero de 2010

La "Calle Bany dels Pavesos" por el baño público y los oficios que aquí hubieron.


Con este nombre era ya muy conocida desde la antigüedad una plazuela que existió hasta finales del siglo XIX por tener uno de los baños públicos que tuvo la ciudad y que se denominó "dels pavesos”,del que toma su nombre esta calle. Esta vía entra por la "Calle Corretgería" para desembocar en la “Calle Juristas” y anteriormente se llamó “Calle Bany de Aben Nuño” ,nombre con reminiscencias árabes, y “Calle de la Maza”. Con el nombre dels pavesos se relaciona a los escudos que complementaban las armaduras de los caballeros y cuyos artesanos fabricaban a lo largo de esta calle. En este entorno había además otras calles donde se asentaban otros comerciantes que realizaban otros elementos de defensa y ataque como era la “calle de la armería” y “de la puñalería” que ya desaparecieron, y las “de la corretgería” y “de bordadores”que aún subsisten. En tiempos más modernos existió un comercio muy popular dedicado a fabricar camas de hierro de cualquier clase llamado “la fabril valenciana”.

15 de febrero de 2010

La "Calle del Obispo Don Jerónimo",consejero que acompañó al Cid a Valencia.


Esta calle de resonancia episcopal discurre desde la “Calle de los Borja” hasta la de “la Mare Vella” y se abrió en el año 1861 sobre una puerta lateral de la antigua iglesia de San Bartolomé de la que hoy solo se conserva el campanario , calle a la que se le dio el nombre de Ausias March. Pero en el año 1960 esta calle se dedicó al Obispo Don Jerónimo para trasladar el nombre de Ausias March a la gran avenida que hoy conocemos como “pista de Silla”. Y es que el Obispo Don Jerónimo fue un clérigo francés de quien el Poema de Mío Cid dice que era “bien entendido de letras y mucho esforzado”. Estando el Cid en Toledo debió conocerlo y lo trajo a Valencia como su consejero. Como el anterior Arzobispo de Valencia llamado Teudovildo falleció en Bari en el curso de una peregrinación a Tierra Santa portando el brazo de San Vicente Mártir fue elegido Don Jerónimo para sucederle. Así, convirtió la Mezquita Mayor de Valencia en Catedral en el año 1096 y la dedicó a la advocación de Santa María pero ,tras la reconquista de Valencia por los almorávides y ya muerto el Cid ,abandonaron la ciudad en el año 1102 el Obispo, Doña Jimena y las hijas del Cid con destino a Cardeña. Murió finalmente en el año 1125 y sus restos reposan en la Catedral de Salamanca.

12 de febrero de 2010

La "Plaza de la Ciudad de Brujas" en memoria de la que acogió a Luís Vives.


Se da este nombre a una de las plazas más antiguas de la Ciutat Vella aunque su nombre sea actual porque responde a uno de los actos conmemorativos del Quinto Centenario del nacimiento del humanista valenciano Luís Víves que organizó el Ayuntamiento de Valencia en el año 1992. Y es que como Vives murió en la ciudad de Brujas, en Bélgica, Valencia la quiso inmortalizar en este rincón tan tradicional. Nuestro inmortal humanista llegó a decir “que tengo a esta ciudad de Brujas la misma inclinación que a mi Valencia y no la nombro con otra voz que patria mía porque ha catorce años que habito en ella y me he vuelto aquí como a mi propia casa”. Y es por eso que Valencia trasladó a este lugar de la plaza en la fachada principal de la Parroquia de los Santos Juanes el busto en bronce de Juan Luís Vives que estaba en el jardincillo de la Plaza de los Pinazo. Hay que recordar que en la antigüedad este lugar fue el “fosar” o Cementerio de San Juan que fue consagrado en Junio de 1395 y por eso se llamó así esta plaza. Esto nos recuerda que en tiempos pasados los cementerios se hallaban en el entorno de las iglesias parroquiales y muchas viejas calles tenían por rótulo el de su vecino cementerio...

11 de febrero de 2010

La "Calle del Arzobispo Mayoral" como impulsor de la cultura y de la enseñanza .


Está comprendida entre la Calle de la Sangre y la Calle de Xátiva. Esta calle ya se menciona en documentos antiguos con el nombre de “ingenistes” y “renglons” como contigüa al Colegio de San Pablo de los Jesuitas que hoy es parte del edificio que ocupa el Instituto Luís Víves. Se le dio el nombre de “rotlons” o “roclons” pues en ella se fabricaban los elementos de piedra necesarios para las almazaras de aceite y otros usos domésticos. Pero fue el famoso Arzobispo de Valencia en época de la Ilustración, el Arzobispo Andrés Mayoral, el que fundó en esta calle la Real Casa de Enseñanza de Niñas y Colegio de Educandas, conocido popularmente como Casa de Enseñanza, con fachada lateral a esta calle y la principal a la calle de la Sangre en que tiene su escudo de armas. El titular de esta calle, Andrés Mayoral Alonso de Mella, nació en un pueblo de Zamora en el año 1685 y falleció siendo Arzobispo de Valencia en el año 1769. Fue un gran impulsor de la cultura mediante la creación de varios centros docentes destacando la Biblioteca Pública que el mismo fundó en el Palacio Arzobispal.
En Mayo de 1854 y ya que la antigua Casa de la Ciudad que se situaba al lado del Palacio de la Generalitat presentaba un estado ruinoso se trasladó provisionalmente a dicha Casa de Enseñanza sin que afectara el traslado a las clases que allí se daban. Pero en el año 1934 esa provisionalidad se convirtió en permanente y aún subsiste la fachada original que da a esta calle con sus amplios ventanales de rejas. Además junto a esta casa se levanta el edificio de la que fue la Capilla de Santa Rosa de Lima y que en el año 1935 se transformó en dos cuerpos siendo el superior destinado a la Sala Foral y la planta baja a Sala de Exposiciones y Museo Paleontológico proveniente del Almudín. Enfrente de la antigua Casa de la Enseñanza existe hoy la Casa Generalicia de las religiosas Franciscanas de la Inmaculada y que hasta hace poco fue un colegio de enseñanza primaria. En sus orígenes fue lo que se denominó el Beaterío de las hermanas Franciscanas.

9 de febrero de 2010

La "Calle Baja" , escenario de los "sainetes de escaleta" de Eduardo Escalante.


Como su gemela “Calle Alta” , comienza en la “Plaza de San Jaime” pero se va separando y finaliza en la “Calle En Borrás”. La “Calle Baja del Alfondech” era uno de los sitios más bajos u hondos de la ciudad, pues ya en una riada que hubo en el año 1517 y por supuesto en la de 1957 fue una vía urbana representativa de la inundación de tantas calles y plazuelas del Barrio del Carmen. También se llamó “Calle Calderería Vella”. Fue en el año 1877 cuando deja de llamarse “Baja del Alfondech” y se rotula como “Calle Baja”. En esta calle se asentaron muchos talleres artesanos del tipo de las llamadas “casas de escalerilla” y ,formando parte del marco de aquellas ,aparecía un pequeño ventanal con reja de hierro forjado para dar luz al interior pues no existía iluminación eléctrica. Ambientadas en estas escaletas el inmortal sainetero Eduardo Escalante realizó muchas de sus obras teatrales reproduciendo a tipos populares de estos barrios y en cuyas casas se colocaron azulejos conmemorativos de estos sainetes.
Entre esas casas destacó la de “Juan de Juanes” donde hoy se asienta la tradicional “Casa Insa”, vinculada a ropajes de época de todo tipo. Para conseguir que las puertas de estas escaletas se abrieran había que golpearlas, un número de veces equivalentes al del piso en cuestión, con una “anella” que era una aldaba en forma de mano cerrada sobre una bola. Al lado de estas casas populares aún coexiste en los números 25 y 27 el Palacio de Raga en el que estableció su mansión señorial Don Francisco Martínez de la Raga y Faus pasando a ser posteriormente propiedad de los Marqueses de González de Quirós. Este gran edificio de estilo académico sobrevivió a su deterioro y en el año 1953 la institución teresiana instaló en él su colegio hasta ser hoy en día un centro residencial para la tercera edad.

8 de febrero de 2010

La "Calle Alta" tuvo el primer molino de chocolate de nuestra ciudad.


La “Calle Alta” o "Carrer de Dalt" recorre desde la “Plaza de San Jaime” hasta la “del Centenar de la Ploma” y tiene su gemela en aquella cuyo rótulo es el de la “Calle Baja”. En su orígen se llamó “Calle Alta del Alfondech” y tiene relación con una alhóndiga o alfóndega que era un local donde se comerciaba y almacenan cereales y otros granos. Se la conoció también como “Calle Puebla Larga” y “Calle Puebla Vieja”. En su tiempo también se llamó “Calle de Madrigal” al tomar su nombre de un boticario cuya familia se asentó durante largo tiempo en esta calle. Además en el año 1960 se estableció aquí el primer molino de chocolate que se conoció en Valencia. También se le denominó “Calle de la Cadena”, pues existió un celebre mesón con este nombre que dio lugar a un clásico horno llamado “Horno de la Cadena” que ha existido hasta hace pocos años. Además hasta hace poco tiempo se podía contemplar una placa de mármol con un busto en relieve que recordaba que en una de sus casas nació el insigne poeta y gramático Carles Salvador, realizada por “Lo Rat Penat” en Mayo de 1957. Efectivamente este gramático nació en el número 48 de esta calle en Enero de 1893 y dedicó su vida al fomento de la lengua valenciana siendo maestro en Benimaclet e ingresando en el Centro de Cultura Valenciana en el año 1936.

5 de febrero de 2010

La "Plaza de la Comunión de San Esteban" recuerda su Capilla de la Eucaristía.



-->La “Plaza de la Comunión de San Esteban” que linda con las “Plazas de Nápoles y Sicilia” y de “Mosén Milá” destaca por las dos portadas que pertenecen a la Iglesia Parroquial de San Esteban y que forman un ángulo. La portada de la derecha da acceso directo a la nave central mientras que la del lado izquierdo se abre a la Capilla de la Comunión . El motivo de la existencia de dos puertas contigüas de un mismo templo lo tenemos en la segunda mitad del siglo XVI en la época del Patriarca San Juan de Ribera cuando la Eucaristía pasó a custodiarse desde entonces en las llamadas “Capillas de la Comunión” .Estas capillas se convirtieron prácticamente en pequeños templos adosados a los primitivos parroquiales. La portada de la Capilla de la Comunión de San Esteban presenta en su parte superior un escudo tallado en piedra que recuerda al propio de San Juan de Ribera y ostenta grabado el año de su construcción en 1690. Su interior lo preside un maravilloso retablo barroco de madera tallada y policromada en oro. El solar sobre el que se edificó esta capilla estaba ocupado por la Casa-Abadía de esta iglesia y que se construyó en el año 1780.

4 de febrero de 2010

La "Calle Bailía" como residencia del administrador de los bienes reales en Valencia.


La “Calle Bailía” discurría desde la “Calle Hierros de la Ciudad”, antiguamente “Barres de la Ciutat” y “Barres de la Presó” , hasta la “Plaza de Manises”. Esta Calle de Hierros de la Ciudad desapareció con la remodelación de la “Plaza de la Virgen” y en ella encontrábamos la fachada lateral de la primitiva Casa de la Ciudad , antiguo Ayuntamiento, que fue demolido allá por 1850 y que se hallaba donde hoy están los jardincillos de la Generalitat , llamados hoy comúnmente jardincillos de la Audiencia. Y es que la Bailía era la institución creada para gobernar y administrar el patrimonio real y en ella residía el magistrado llamado “Baile” que en Valencia tenía el título de “Baile General” y cuya función ya figura en los Fueros de 1240. Su casa institucional recaía con fachada a la “Calle de Serranos” y a la “Plaza de Manises”. Actualmente encontramos en nuestra calle edificios de viviendas realizadas en estilo ecléctico con miradores y , en la acera de enfrente, una parte de la fachada posterior del Palau de la Generalitat y de los jardincillos que ya hemos mencionado. Adjuntamos una curiosa octavilla que satiriza el nombre de algunas de nuestras calles.

3 de febrero de 2010

La "Calle de la Concordia" como testigo de la antigua Iglesia de San Bartolomé.


Desde el inicio de la “Calle de Serranos” y hasta la del “Portal de Valldigna” se encuentra esta angulosa “Calle de la Concordia” que nos trae a la memoria las agrupaciones de devotos que sostenían a sus expensas el gasto de pequeñas capillas que solían tener en su calle bajo una determinada advocación. En este caso esta concordia guardaba una gran hornacina que albergaba una escultura de la Virgen María del siglo XIV y a la que se llamaba popularmente “la Mare de Deu grossa” sobre la portada principal de la antigua Iglesia de San Bartolomé junto al campanario que es el único elemento que se conserva. Todo aquello desapareció en la Guerra Civil española y solo nos queda el rótulo de la calle. Esta imagen medía más de dos metros de altura y estaba tallada en piedra y pintada en vivos colores con una lápida a sus pies con el título de Virgen de la Concordia , estando allí desde 1681. Si bien los restos de la imagen de la Virgen de la Concordia fueron destruidos y dispersados, el templo fue demolido en época de la posguerra a excepción de su campanario aunque aquella hornacina fue adquirida por un aficionado a las bellas artes que la trasladó y montó en una finca de su propiedad en Bétera. En esta calle también existió la Obra Social Femenina de Nuestra Señora de los Desamparados que fundó el Canónigo de la Catedral de Valencia Don Manuel Pérez Arnal como un sindicato católico femenino que consiguió gran auge en un momento de grandes conflictos sociales. Fundada en el año 1912 bajo el título de “Sindicato de la Aguja y similares” siendo hoy una residencia de día. A este Canónigo que tuvo gran importancia por su labor se le ha abierto causa de canonización.

2 de febrero de 2010

La "Calle del Convento de la Puridad " donde tuvo su sede la Cofradía de San Jaime.


A la estrecha calle que va desde la Plaza de la Virgen a la Plaza de Manises se la conoce con el nombre de “Convento de la Puridad” porque en ella se encuentra este Monasterio de monjas Clarisas cuyo nombre completo es “Real Convento de la Puridad y de San Jaime”. Pero anteriormente esta calle fue denominada "Mosén Odena" y “Carrer de la Confraria de Sant Jaume” ya que tuvo allí su sede esta antigua entidad. Quizás la razón por la que se vinculó la Valencia medieval a la historia de Santiago Apóstol fue que este era el patrón del Rey Jaime I y que ,tras trasformar la antigua mezquita mayor en templo cristiano, dedicó una capilla a la advocación de San Jaime. En el año 1246, unos años después de la capitulación de Valencia, fundaron la que denominaron “Confraria de Nostre Senyor Deu Jesucrist, la Verge Maria i Sent Jacme Apostol”. Uno de los distintivos del cofrade de San Jaime era el de llevar un cirio de cera verde que recibían en ceremonia solemne en la Capilla del Palacio del Real en Valencia y que también ardía en los últimos momentos de su vida.
Esta cofradía recibió el privilegio concedido por el hijo de Don Jaime, Pedro III “El Grande", de poder celebrar sus reuniones en la casa-palacio que habitó el propio Rey Don Jaime mientras se acondicionaba el Palacio del Real y que perteneció al Rey “Lobo” , abuelo de Zeit , que era el rey musulmán de Valencia en tiempos de la conquista. Esta casa-palacio tuvo gran importancia pues en ella se reunió el Consell de la Ciutat hasta el año 1421 y la Generalitat del Reino de Valencia y , como se encontraba precisamente en esta calle, es por lo que se rotuló “Carrer de la Confraria de Sant Jaume”. Ya en el año 1853 las monjas Clarisas se trasladan a esta casa por acuerdo establecido con la Cofradía de San Jaime. Anteriormente habían estado en la zona del Tossal por detrás de la “Calle Bolsería” y con la desamortización tuvieron que trasladarse en 1836 al Monasterio de la Trinidad de la “Calle Alboraya”. Su iglesia está dedicada a la Purísima Concepción y en su cripta de enterramientos se guardan los restos del que fue famoso rey musulmán de Valencia convertido al cristianismo y conocido con el nombre de “Moro Zeit abu Zeit” y que también tiene una calle en la ciudad.

1 de febrero de 2010

La "Calle de las Avellanas" como premonición en la rogativa de San Vicente Ferrer.


La Calle de Avellanas transcurre desde la Calle del Mar a la Calle del Palau pero en la antigüedad estaba dividida en tres tramos llamados de “Santo Tomás” o de “los Almunias”, “de los Duques de Mandas” y “de las Avellanas”. El tramo llamado de las Avellanas también se denominó “dels Capsllevats”, y también “Plaza de Marrades” por vivir allí la familia de este nombre. De entre sus edificios destacan sin duda el que alberga la Real Academia del Cultura Valenciana, la fachada lateral del Palacio Arzobispal en que aparece una lápida con el escudo del Papa Alejandro VI, en conmemoración de la elevación de la sede valenciana a rango de Metropolitana en Julio de 1492 y que convirtió a Rodrigo de Borja en primer Arzobispo de Valencia, y la remodelada casa que fue de los Duques de Mandas, después de los Duques de Villores y en la actualidad sede de algunas dependencias del Arzobispado de Valencia. Esta también era conocida como la “Casa dels Gegants” por las hercúleas figuras de almogávares que sostenían al escudo de su portada. Con en tiempo esta fachada fue una de las que decora la rinconada de los Jardines del Real inmediata a una fachada lateral del Museo de Bellas Artes de San Pío V , conociéndose también popularmente esta fachada renacentista como “la Casa del Porrots” por las grandes mazas que tienen en sus manos los atlantes que hay a ambos lados del escudo nobiliario.
Sobre el orígen del nombre de la Calle de las Avellanas se dice que una ocasión y por la gran sequía que hubo en tiempos de San Vicente Ferrer se hizo una procesión de rogativas y el Santo anunció que antes de llegar a esta calle caerían gotas como avellanas. Pero en Junio de 1923 se cambió este rótulo por el de “Primado Reig” que nació en Valencia en el año 1859 y llegó a ser Cardenal Primado de Toledo. Como en el año 1940 le fue adjudicada una avenida, esta calle recuperó su tradicional nombre de las Avellanas.