11 de febrero de 2010

La "Calle del Arzobispo Mayoral" como impulsor de la cultura y de la enseñanza .


Está comprendida entre la Calle de la Sangre y la Calle de Xátiva. Esta calle ya se menciona en documentos antiguos con el nombre de “ingenistes” y “renglons” como contigüa al Colegio de San Pablo de los Jesuitas que hoy es parte del edificio que ocupa el Instituto Luís Víves. Se le dio el nombre de “rotlons” o “roclons” pues en ella se fabricaban los elementos de piedra necesarios para las almazaras de aceite y otros usos domésticos. Pero fue el famoso Arzobispo de Valencia en época de la Ilustración, el Arzobispo Andrés Mayoral, el que fundó en esta calle la Real Casa de Enseñanza de Niñas y Colegio de Educandas, conocido popularmente como Casa de Enseñanza, con fachada lateral a esta calle y la principal a la calle de la Sangre en que tiene su escudo de armas. El titular de esta calle, Andrés Mayoral Alonso de Mella, nació en un pueblo de Zamora en el año 1685 y falleció siendo Arzobispo de Valencia en el año 1769. Fue un gran impulsor de la cultura mediante la creación de varios centros docentes destacando la Biblioteca Pública que el mismo fundó en el Palacio Arzobispal.
En Mayo de 1854 y ya que la antigua Casa de la Ciudad que se situaba al lado del Palacio de la Generalitat presentaba un estado ruinoso se trasladó provisionalmente a dicha Casa de Enseñanza sin que afectara el traslado a las clases que allí se daban. Pero en el año 1934 esa provisionalidad se convirtió en permanente y aún subsiste la fachada original que da a esta calle con sus amplios ventanales de rejas. Además junto a esta casa se levanta el edificio de la que fue la Capilla de Santa Rosa de Lima y que en el año 1935 se transformó en dos cuerpos siendo el superior destinado a la Sala Foral y la planta baja a Sala de Exposiciones y Museo Paleontológico proveniente del Almudín. Enfrente de la antigua Casa de la Enseñanza existe hoy la Casa Generalicia de las religiosas Franciscanas de la Inmaculada y que hasta hace poco fue un colegio de enseñanza primaria. En sus orígenes fue lo que se denominó el Beaterío de las hermanas Franciscanas.