La Calle de Avellanas transcurre desde la Calle del Mar a la Calle del Palau pero en la antigüedad estaba dividida en tres tramos llamados de “Santo Tomás” o de “los Almunias”, “de los Duques de Mandas” y “de las Avellanas”. El tramo llamado de las Avellanas también se denominó “dels Capsllevats”, y también “Plaza de Marrades” por vivir allí la familia de este nombre. De entre sus edificios destacan sin duda el que alberga la Real Academia del Cultura Valenciana, la fachada lateral del Palacio Arzobispal en que aparece una lápida con el escudo del Papa Alejandro VI, en conmemoración de la elevación de la sede valenciana a rango de Metropolitana en Julio de 1492 y que convirtió a Rodrigo de Borja en primer Arzobispo de Valencia, y la remodelada casa que fue de los Duques de Mandas, después de los Duques de Villores y en la actualidad sede de algunas dependencias del Arzobispado de Valencia. Esta también era conocida como la “Casa dels Gegants” por las hercúleas figuras de almogávares que sostenían al escudo de su portada. Con en tiempo esta fachada fue una de las que decora la rinconada de los Jardines del Real inmediata a una fachada lateral del Museo de Bellas Artes de San Pío V , conociéndose también popularmente esta fachada renacentista como “la Casa del Porrots” por las grandes mazas que tienen en sus manos los atlantes que hay a ambos lados del escudo nobiliario.
Sobre el orígen del nombre de la Calle de las Avellanas se dice que una ocasión y por la gran sequía que hubo en tiempos de San Vicente Ferrer se hizo una procesión de rogativas y el Santo anunció que antes de llegar a esta calle caerían gotas como avellanas. Pero en Junio de 1923 se cambió este rótulo por el de “Primado Reig” que nació en Valencia en el año 1859 y llegó a ser Cardenal Primado de Toledo. Como en el año 1940 le fue adjudicada una avenida, esta calle recuperó su tradicional nombre de las Avellanas.