La “Calle Corredores” es un antiguo azucat o calle sin salida que también los franceses designan como “cul de sac” y que tiene su entrada por la “Calle Santo Tomás”. Se le dio este nombre porque en su mitad existió la Casa-Cofradía de los Corredores de Cuello a los que se denomina comúnmente “Corredors de Coll” cuya actividad consistía en publicar en voz alta el precio que los licitadores ofrecían por las cosas que se subastaban en pública almoneda. Existía otro gremio de corredores que era el vulgarmente llamado “de orella” y cuya misión era la de encontrar comprador o vendedor y ese es el motivo por el que hubo otra calle con el rótulo de “corredores” y que hoy estaría al principio de la “Calle Moratín”. Este azucat tuvo tanto protagonismo en otros tiempos que el “Consell de la Ciutat” , actual Ayuntamiento, le cedió en el año 1662 un trozo de terreno que hay delante de la Lonja con la obligación de conservarlo bien empedrado cada tres años.