La “calle dels Adresadors” es consecuencia de la reordenación que
se produjo en la avenida del Barón de Cárcer y se alarga desde esta hasta la
calle del Músico Peydró. El nombre del oficio que la rotula era la de aquellos
que aderezaban las ropas de seda de quienes podían costearlas acariciándolas en
su dorso con una esponja empapada por líquidos especiales. Por extensión, se
aplicó también a quienes preparaban y daban consistencia a los alzacuellos y
piezas que daban realce a la parte superior de las vestimentas de los clérigos
y de otros personajes de noble condición.