La Calle de la Abadía de San Nicolás toma su nombre por hallarse en ella la residencia del cura que estaba al frente de dicha parroquia de San Nicolás Obispo y San Pedro Mártir, una de las primeras que se dedicaron al culto cristiano después de la Conquista. Su estrecho y corto recorrido, desde la Calle Caballeros hasta la Plaza de San Nicolás, discurre por delante de la fachada principal de dicha iglesia, de estilo gótico y que tiene un gran óculo de piedra y un relieve barroco de la Virgen. Además hay que resaltar que, junto a ella, existe la portada tapiada de la Capilla de la Comunión que muestra un retablo cerámico al exterior. En la parte interior de la puerta principal hay un medallón que representa a Alfonso de Borja, posterior Papa Calixto III, y que fue Rector de esta iglesia.