15 de junio de 2017

La "plaza del Arzobispo" recuerda el origen episcopal del lugar y su cercanía con el palacio que es su sede.


La céntrica plaza del Arzobispo tiene entradas en la calle del Palau y de la Llimera. De entre sus nombres antiguos podemos destacar el de “plaça del bisbe” pues Jaume I concedió unas casas muy cercanas a lo que sería la iglesia mayor para residencia de su obispo. Cuando Valencia adquirió en 1492 el carácter de arzobispado por bula de Inocencio VIII y Rodrigo de Borja fue su primer arzobispo es cuando tomó el nombre de su nueva condición. Pero otros nombres como el de “Lucena” tuvo entre 1841 y 1844 por la victoria que en esta población tuvo O´Donnell sobre el General Cabrera en plenas Guerras Carlistas. También se llamó “del Cardenal Benlloch” y “de la fruta” por venderse en este entorno este producto. De entre los edificios que lo jalonan destaca el de los duques de Villahermosa, condes de Berbedel o del marqués de Campo, que todos estos nombres tuvo el que hoy es Museo de la Ciudad. En él tuvieron su residencia virreyes y capitanes generales de Valencia al ser demolido el antiguo Palacio del Real. También encontramos aquí la entrada de la conocida como “cárcel de San Vicente Mártir” como parte del complejo basilical visigótico y que conserva una capilla subterránea. La fuente que en medio de la plaza la decora anticipa la escultura en bronce del que fue arzobispo de Valencia Marcelino Olaechea.