La “Calle de la Paz” fue
proyectada alrededor de 1868 al no existir una calle que comunicara la Glorieta
con la actual Plaza de la Reina. Su inicio por tanto a la altura de Santa
Catalina se formaba por un laberinto de callejuelas que tuvieron nombres tan
sugerentes como Capugers, ya que aquí vivían los operarios que fabricaban
capuchas, Capsllevats o Forn de la Ceca. Este último merece resaltarse pues
aquí estuvo la Casa Real de la Ceca, lugar donde se acuñaba moneda y cuyo
alcaide fue en tiempos Luis de Santángel.
En el año 1878 se le puso el actual nombre en recuerdo del final de la
guerra de 1868 que supuso el destronamiento de la reina Isabel II, aunque entonces sólo abarcara desde la Plaza de la Reina hasta
la Calle de Luis Vives. En dos momentos posteriores llegaría ya hasta la actual
Calle Bonaire y, finalmente, hasta la Glorieta ya en el S.XX. Es curioso que a
lo largo de su historia esta calle cambiase sucesivamente de nombre alternando
el de Peris y Valero por el actual de Calle de la Paz. Esta, que es una de las
más señoriales, transitadas y nobles de la ciudad por culminar en la bellísima
torre de Santa Catalina, ha albergado establecimientos de la solera del Café
“El Siglo”, la “Real Sociedad de Tiro de Pichón”, la “Sociedad Valenciana de
Agricultura” y el restaurante “Ideal Room”.