La “Calle de En Llop”, desde la
Calle de San Vicente Mártir hasta la Plaza del Ayuntamiento, recuerda a Teodoro
Llop, padre del autor de una obra sobre la “Fábrica de Murs e Valls”. Por tanto
hay que descartar la denominación “del lobo” que durante mucho tiempo se le vino
dando y que hasta fue rotulada en la calle. Pero sin duda por lo que fue más
conocida es por la existencia de una escultura grotesca de grandes proporciones
que representaba a un hombre de espaldas y a la que se llamó el “Nano del
carrer d´en Llop”. Su origen arranca de la animadversión de dos de las familias
nobles de este entorno y que vamos a relatar. Lo cierto es que a esta calle
daba la fachada lateral del palacio de los Castillo y la posterior de la casa
solariega de Lorenzo Merita. Entre ambos hubo algún conflicto por asuntos de
servidumbre de luces que no pasó a mayores y fueron designados para representar
a Valencia en la jura en Madrid del que después sería el rey Carlos IV. Y a
Francisco Castillo se le dio allí el título de marqués de Jura Real, hecho que
ocasionó la ira de Lorenzo Merita. Por ello, “premió” a su vecino colocando
esta grotesca figura que daba la espalda o las nalgas a la casa de su recién
nombrado marqués. Fue en el año 1929 cuando finalmente se trasladó dicha figura
a la finca de un propietario de La Cañada.