En el entorno de la Plaza Redonda encontramos la pequeña Calle del Síndico que es delimitada por la Calle Derechos y la Calle Cerrajeros. Antiguamente se llamó Travesía de San Roque por la aparición en uno de sus establecimientos de una estatuilla del santo que fue allí dejada por unos peregrinos que se marcharon. Además, un retablo de azulejos con farolillo del santo fue colocada en la Calle Cerrajeros en el año 1951 al que se festejaba año tras año. El Síndico era aquella figura de la época foral que se encargaba del cobro de las cantidades que se adeudaban a las corporaciones y también se encargaba de recibir a personalidades ilustres o importantes.