Ya en 1914 se cerró con una verja la parcela sobrante de la calle que adquirió el Colegio. Se alarga desde la Calle de San Juan de Ribera hasta la Calle de la Cruz Nueva y el personaje que la origina el Cardenal Payá y Rico fue un ilustre alumno del Colegio que fue predicador de la Capilla Real de Madrid y fue nombrado Obispo de Cuenca. En el año 1874 fue nombrado Arzobispo de Santiago de Compostela, en el año 1877 Cardenal y en el año 1885 Cardenal Primado de Toledo. Falleció finalmente en el año 1891.