La calle del Padre Tosca es una estrecha callejuela que, entre la calle Serranos y la calle Palomino, recorre el lateral de la casa
natalicia del insigne humanista que da nombre a la calle y cuya plaza en su fachada indica tal circunstancia. Anteriormente se
llamó “de Cotanda” y “de Julians”, seguramente por haber habitado aquí miembros
de estas familias. También fue llamada “de tarongers” ignorándose si lo fue por
haber aquí alguno de estos árboles o por llamarse así alguna familia. En todo
caso, el rótulo más reciente que tuvo fue el de “Viriato” en homenaje a este
guerrillero lusitano que consiguió vencer en escaramuzas a la todopoderosa Roma
y que finalmente fui traicionado por sus soldados. Esto dio lugar a la famosa
frase de “Roma no paga traidores” cuando fueron a cobrar su botín los que le
traicionaron. Del padre Tosca, el “capellá de les ralletes”, cabe decir que
realizó en 1704 el plano más perfecto de la Valencia de su época, consiguiendo
con medios rudimentarios trazar cada calle, cada casa y cada árbol con una
exactitud sólo comprobable hoy en día tras superponer los planos digitales de
la ciudad. Igualmente, como oratoniano que era, realizó el proyecto de la
iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri y del paraninfo de la Universidad.