La calle del Trinquete
de Caballeros se alarga desde la plaza de Napoles y Sicilia hasta la plaza de
San Vicente Ferrer y su nombre arranca de los tiempos en que tanto el vulgo
como los nobles jugaban a pelota en las calles. La iglesia del Milagro de la
calle del Trinquete Caballeros lleva el nombre del Milagro por el hecho de que la
cofradía que se cuida de la Virgen de la Seo tiene allí su capilla y su
denominación recuerde el milagro ocurrido con esta imagen un 14 de agosto de
1556. Pero en su fachada principal vemos una escultura de la Virgen de la
Providencia de estilo gótico francés de mediados del S.XIV que es cubierta por
un doselete y una ménsula sobre la que se apoya. Estos dos elementos son
auténticos pero la escultura es una réplica del original que se conserva en el
Museo Catedralicio. Su advocación deviene de ser la Virgen de la Providencia la
patrona del Hospital de Pobres Sacerdotes que en su origen ocupó la casona de
esta iglesia. Del mismo modo, un precioso retablo de azulejos que representa a
la Virgen del Rosario se ve en su lateral. En esta iglesia destaca el panel de
azulejos de su primera planta donde se representan escenas de la vida de San
Luis Bertrán.
Enfrente, la magnífica iglesia y residencia de los Caballeros de la Orden de San Juan del Hospital maravilla
por su belleza. En el entorno de la puerta de la Xerea de la muralla árabe los
predios otorgados a los sanjuanistas después de la conquista de 1238 llegaban
hasta la calle del Mar, reduciéndose con posterioridad. Es notable la devoción
al Cristo de las Penas, que tuvo un callizo estrecho, hoy desaparecido, en el
que su cofradía realizaba una procesión penitencial. A mediados del S.XIX la
iglesia dejó de pertenecer a dicha Orden y pasó a ser una pequeña iglesia
parroquial que se trasladó en 1897 a la calle de Isabel la Católica con este
nombre y luego se renombró como San Juan y San Vicente. No faltan en esta calle
palacios como el de los condes de Almenara y que hoy ocupan las Hijas de María Inmaculada
para ayudar a encontrar trabajo a asistentas extranjeras y que lo separa del
antiguo Hospital un azucat. Frente a él, el palacio de la Baronesa de Alacuás
da sede a lo Rat Penat. La calle como hoy la conocemos tuvo dos tramos bien
diferenciados, desde la plaza de San Vicente Ferrer hasta la esquina con la calle
del Milagro, y el que iba desde esta esquina hasta la entrada de la calle del
Barón de Petrès. Cuando se derribaron viejas manzanas para abrir la actual
plaza de Napoles y Sicilia lo que quedó de los dos tramos se unificó en el
actual rótulo. El primer tramo mencionado se llamó “de Chepolella” y el segundo
“dels Montaguts”. Los dos tramos ya unificados se llamaron “del trinquet del
pavorde” en 1505.