La calle de Viciana tiene salida y entrada por las calles
del Salvador y la plaza del Conde de Carlet. Se llamó en tiempos de “les abadies”
por vivir allí los sacerdotes que atendían la cercana iglesia del Salvador, de “la
baroneta” por tener allí en el año 1730 Violante Calatayud unos patios, “Luz”
por un procurador que aquí vivió y “de San Cristóbal” por un retablo cerámico
que sobre la entrada de una de sus casas hubo. En el año 1872 se la renombró
con el título actual en homenaje a uno de los más grandes cronistas e
historiadores que ha tenido el Reino de Valencia, nacido en Burriana en el año
1502, autor de la obra "Crónica de la Ínclita y Coronada Ciudad de Valencia",
personaje de excepción del movimiento de las Germanías. La apacible apariencia
de esta calle es resaltada por una plazoleta que en medio de esta nos regala un
pozo de piedra colocado en el centro de la misma.