El “Pasaje de Ripalda” es un moderno
pasaje que se abrió en tiempos modernos entre la Calle de San Vicente Mártir y
la Plaza de Mariano Benlliure, teniendo este nombre porque fue abierto en el
edificio conocido como "de Ripalda" por la propiedad de la marquesa de Campo Salinas, también condesa de Ripalda. Este
tuvo en su entorno de principios el S.XX la conocida y extinta plaza de
Cajeros, lugar que gozaba de una gran actividad comercial y de tránsito a pesar
de su pequeño tamaño. Su nombre le venía dado por haberse asentado en este
lugar carpinteros que se dedicaban a la construcción de arcas. La construcción
del pasaje data del año 1889 y mide 50 metros de longitud por cuatro de anchura.
En ella destacan los grandes portalones de hierro forjado que protegían los
antaño famosos Café Inglés, Gran Hotel Ripalda y Café Hungría. En su rotulación
aparece curiosamente una representación del desaparecido Palacio de Ripalda que
estuvo en la actual Alameda a la altura de Viveros.