La “Plaza de Mosén Sorell” tiene
varios accesos, entre ellos desde la calle Alta, Corona, San Ramón o Sogueros.
Históricamente se la conoció como dels “Tints Majors” desde 1454, ya que por
aquí discurría la acequia de Na Rovella y los artesanos aprovechaban sus aguas para
lavar sus sedas y sus lanas. Su nombre proviene de Tomás Sorell, descendiente
de Arnaldo Sorell como caballero de la Conquista y que mandó edificar aquí uno
de los palacios más bellos que tuvo la ciudad.
Con él acabó un intencionado
incendio en marzo de 1878. Su propiedad era de los condes de Albalat, de ahí el
topónimo de Albalat dels Sorells, y en su blasón aparecían dos pececillos
llamados sorells en valenciano y jurel en castellano. De los escasos elementos
supervivientes del incendio tenemos dos puertas ojivales góticas que acabaron
en el Museo del Louvre la de la capilla, y en una galería italiana la de la
entrada. Tomás Sorell pasó a nuestra historia por haber descubierto un tesoro
de veinte mil doblones de oro que habían sido conseguidos por piratas ingleses
en sus fechorías y que habían sido escondidos en unos barriles de leguminosas y
de pólvora que el caballero valenciano compró. Cuando este se dio cuenta del
hallazgo dedicó el importe a la construcción gótica de su mansión. Con el
tiempo, la decadencia se fue adueñando del edificio y fue destinado por
parcelas a actividades varias como telares y teatro. Tras su incendio, pequeños
puestos callejeros fueron ocupando su solar hasta convertirse en el actual
mercado.