21 de septiembre de 2015

La "plaza de Mosen Sorell" albergó uno de los palacios más magníficos de la ciudad.

La “Plaza de Mosén Sorell” tiene varios accesos, entre ellos desde la calle Alta, Corona, San Ramón o Sogueros. Históricamente se la conoció como dels “Tints Majors” desde 1454, ya que por aquí discurría la acequia de Na Rovella y los artesanos aprovechaban sus aguas para lavar sus sedas y sus lanas. Su nombre proviene de Tomás Sorell, descendiente de Arnaldo Sorell como caballero de la Conquista y que mandó edificar aquí uno de los palacios más bellos que tuvo la ciudad. 
Con él acabó un intencionado incendio en marzo de 1878. Su propiedad era de los condes de Albalat, de ahí el topónimo de Albalat dels Sorells, y en su blasón aparecían dos pececillos llamados sorells en valenciano y jurel en castellano. De los escasos elementos supervivientes del incendio tenemos dos puertas ojivales góticas que acabaron en el Museo del Louvre la de la capilla, y en una galería italiana la de la entrada. Tomás Sorell pasó a nuestra historia por haber descubierto un tesoro de veinte mil doblones de oro que habían sido conseguidos por piratas ingleses en sus fechorías y que habían sido escondidos en unos barriles de leguminosas y de pólvora que el caballero valenciano compró. Cuando este se dio cuenta del hallazgo dedicó el importe a la construcción gótica de su mansión. Con el tiempo, la decadencia se fue adueñando del edificio y fue destinado por parcelas a actividades varias como telares y teatro. Tras su incendio, pequeños puestos callejeros fueron ocupando su solar hasta convertirse en el actual mercado.