La actual “Plaza de los Fueros”
es la que se conoció de antiguo como Plaza de Serranos y que se originó al
derribar varias casas viejas y techar parte de su espacio para albergar la
antigua estación de autobuses. Con acceso desde Roteros, Blanquerías, Náquera y
Conde de Trénor, la magnífica Puerta de Serranos que la preside presenció la
entrada de reyes y embajadores como la más ilustre bienvenida a la ciudad. Se
cree que el primer rey que hizo su entrada en esta plaza a través de la puerta
fue Martín I el Humano en el año 1404. Igualmente presenció a los madereros que
bajaban troncos por el rio Turia y a los viajeros que, no siendo puntuales en
la entrada de la ciudad, se quedaban ante sus puertas cerradas “a la luna de
Valencia”. También fue testigo de la salida de los restos de los ajusticiados
que se dirigían al Cementerio del Carraixet acompañados por la imagen de la
Virgen de los Desamparados y sus cofrades y, actualmente, de la crida de la
Fallera Mayor para que los valencianos se unan a las fiestas falleras. El
nombre de “Serranos” proviene de que esta era la puerta que daba entrada a los
provenientes de los pueblos de la serranía y ocupaba lo que fue con
anterioridad la puerta árabe de alcántara junto al portillo de Roteros. Su
constructor fue el maestro Pere Balaguer y pudo fijarse en la entrada del
monasterio de Poblet para realizar su más inmortal obra, fortaleza militar,
arco de defensa, prisión y lugar de acogida de obras del Museo del Prado
durante la Guerra Civil. Igualmente curiosa es la campana de bronce que en su
parte trasera nos recuerda el aviso que en la Guerra de los Pedros se realizaba a la población valenciana para su
defensa y que tenía su continuación en los toques del Micalet. Una hendidura podemos observar como fruto de una granada
que la dañó durante la Guerra de la Independencia. Igualmente me parece
interesante decir que la estructura de su pared trasera es abierta para que no
fuese lugar con el que poder atacar a la población valenciana desde el
interior. El hecho de que, junto a las Torres de Quart, fuese prisión hizo que
se salvase del derribo de la muralla y del resto de las torres decretada por
Cirilo Amorós en el S.XIX. Finalmente, los Fueros que dan nombre a la plaza
fueron las normas que rigieron la vida valenciana durante siglos y que fueron
abolidos por el rey Felipe V al finalizar la Guerra de Sucesión.