La Calle del Cobertizo de Santo Tomás, entre la Calle Tapinería y la Calle Zurradores, tuvo su trayecto cubierto desde época de los musulmanes por un pórtico sobre el que se asentaban viviendas de lado a lado de la calle a modo del actual Portal de Valldigna. Obviamente en esta calle estrecha y recta el cobertizo desapareció y en ella tuvo su local el gremio de Zurradores o assaonadors, que se dedicaba al curtido de las pieles a base de golpearlas para quitarles el pelo.