El culto a la patrona de Valencia, la Santísima Virgen de los Desamparados, recibió culto inicialmente en una reducida capilla llamada del Capitulet y en el año 1489, por haber crecido grandemente su devoción, se trasladó su imagen a una capilla lateral de la Catedral donde estuvo hasta el año 1667 en que se inauguró la Basílica que tiene su nombre. Y es entonces cuando surge el pasaje que nos ocupa tras haberse intentado en vano el haber unido mediante un arco cubierto la Basílica de la Virgen de los Desamparados con la Catedral de Valencia. Finalmente esto se consiguió en el año 1667. Bajo dicho arco encontramos una de las puertas de la Basílica y una pequeña capilla dedicada al apóstol Santiago que se corresponde con la parte central del ábside de la Catedral y donde la leyenda nos dice que se celebró la primera Misa después de la conquista.
Este pasaje nunca tuvo propiamente una rotulación hasta que en el año 1994 se le dio el nombre de Pasaje Emilio María Aparicio Olmos que fue un sacerdote capellán mayor de la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados y fue además abad mitrado de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos donde falleció en Abril de 1988. Une la "Plaza de la Almoina" con la "Plaza de la Vírgen".