En la Plaza de las Escuelas Pías encontramos la fachada de la iglesia de San Joaquín , actual parroquia de San José de Calasanz de los Escolapios, devoción que introdujo en el siglo XVIII en Valencia el Arzobispo Mayoral. En el establecimiento en este lugar de las escuelas Pías colaboraron el industrial Joaquín Manuel Fos y el Conde de Carlet al costear tanto el altar mayor como diverso mobiliario y se llamó por esto iglesia de San Joaquín.
En el año 1767 el Arzobispo Mayoral pidió al gremio de Maestros Artesanos Carpinteros su colaboración en esta obra solicitando la cesión de un solar que ellos tenían aquí para construir el campanario y ello convirtió a esta iglesia en un edificio sin duda distinto y heredero en Valencia de la tradición del Panteón de Roma con un evidente aire neoclásico. Destaca sin duda su forma redonda y un diámetro de 24 metros que corona una enorme cúpula cubierta de tejas azules. En cambio, su fachada se ve limitada en su contemplación por la estrechez de la plaza que la enfrenta y la calle que la atraviesa. Tiene acceso por la Calle Carniceros y Calle Balmes.
En el año 1767 el Arzobispo Mayoral pidió al gremio de Maestros Artesanos Carpinteros su colaboración en esta obra solicitando la cesión de un solar que ellos tenían aquí para construir el campanario y ello convirtió a esta iglesia en un edificio sin duda distinto y heredero en Valencia de la tradición del Panteón de Roma con un evidente aire neoclásico. Destaca sin duda su forma redonda y un diámetro de 24 metros que corona una enorme cúpula cubierta de tejas azules. En cambio, su fachada se ve limitada en su contemplación por la estrechez de la plaza que la enfrenta y la calle que la atraviesa. Tiene acceso por la Calle Carniceros y Calle Balmes.