La Calle del Embajador Vich, entre la "Rinconada de Federico García Sanchíz" y la "Plaza Rodrigo Botet" albergó el palacio que habitó Don Jerónimo Vich que fue embajador del Rey Fernando el Católico ante la Santa Sede en tiempos del Renacimiento. Se llamó antiguamente dels Salicofres ya que en esta calle vivían unos comerciantes que vinieron de Alemania y que formaron una compañía que abastecía a la ciudad de diversos géneros.
Del antiguo palacio del Embajador Vich que se construyó entorno al año 1510 hay que decir que fue el más esplendoroso palacio renacentista que tuvo la ciudad y fue derribado en el año 1859. Nuestro embajador se caracterizó por tener una gran habilidad diplomática en tiempos de la política imperial española pero su saga nobiliaria se extinguió con el caballero Don Diego Vich. Esta calle también se llamó del Mosén Soler.