En la Valencia medieval abundaron cobertizos y pórticos construidos en las propias callejuelas y cuya remodelación los ha hecho desaparecer. Por ello la “Calle del Cobertizo” nos trae al presente aquellos recuerdos. En algunas ocasiones se le añade a la denominación cobertizo algún nombre histórico pero en este caso no lo tiene. Se extiende desde la “Calle Baja” hasta la “Calle de Santo Tomás” y que guarda en su subsuelo una gran necrópolis musulmana. Anteriormente se llamó “calle en Guells”, “dels Cegos” y “cubertizo”.