La actual “Plaza de San Agustín”
se asienta en los antiguos terrenos de la conocida como Pobla de En Mercer y
que albergaba el conjunto de iglesia y convento de San Agustín desde la segunda
mitad del S.XIII. Tiene accesos desde la San Vicente Mártir, Játiva, Guillém de
Castro, Barón de Cárcer, San Pablo y Huesca. En su entorno se hallaba el portal
de más tráfico de la muralla cristiana como era la Puerta de San Vicente, en la cuál había una estatua de San Vicente Mártir mirando al interior de la ciudad,
que hoy está en la Plaza de España, y una de San Vicente Ferrer en el exterior
que hoy se encuentra en la Plaza de Tetuán. Su configuración vino del derribo
de una callejuela que corría paralela al convento y que se llamó “de la
Portería de San Agustín” y de un cementerio que debió pertenecer a la parroquia
de San Andrés. Estos eran pues terrenos de pastizales donde apacentaba el
ganado vacuno. A esta zona llegó a llamársele “Bovalar de San Agustín” y estaba
casi despoblada. En dicha plaza se colocó por este motivo una cruz de piedra
como recuerdo de la anterior existencia del camposanto mencionado. También aquí estuvo el
antiguo Mercado de Abastos y la Casa dels Beguins o Hermanos de la Penitencia y
que recogían de la calle a niños moriscos perdidos para pasar después a la
protección del Colegio de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer. Tras la desamortización del conjunto, el
claustro del convento pasó a ser presidio, teniendo en su entrada un rótulo que
decía “Odia el delito y compadece al delincuente”, hoy jardincillo, y el solar
de su otro claustro albergaría la actual sede de Hacienda. El altar mayor de la
iglesia es presidido por un icono de la Virgen de Gracia que se salvó
milagrosamente de la contienda civil y cuya iglesia fue restaurada en la década
de los cuarenta para recuperar su primitivo estilo gótico. También se llamó “de
Gandesa” y "Plaza del 11 de Febrero".